Economía Circular desde la perspectiva de un empleado de la salud by Ana Jaramillo (SPanish version)
El domingo, 5 de abril de 2020, ¡el clima en Londres estaba excepcionalmente bueno! Si no fuera porque estamos en confinamiento, probablemente hubiese pasado el día en un parque o disfrutando de un asado con mi familia y amigos, pero poniendo de mi parte, estaba en casa siguiendo las recomendaciones del gobierno…
Para quienes no me conocen, nací en Colombia, soy parte del Club de Economía Circular de la ciudad de Londres y contra todas las apuestas, tengo algunos años de experiencia trabajando en uno de los laboratorios clínicos más grandes del Reino Unido. El 31 de enero del 2020, la BBC de Londres reportaba los primeros casos de COVID-19 en el Reino Unido y el Prof. Chris Whitty, asesor médico del gobierno afirmaba que el servicio nacional de salud (NHS) estaba “extremadamente bien preparado para manejar infecciones”. También se reportaba la confirmación de los primeros 10,000 casos en China y la muerte de 213 personas. En el resto del mundo solo se llegaba a 100 casos esparcidos en 22 países. Mientras tanto, en mi lugar de trabajo comenzábamos a recibir las primeras muestras para COVID-19. Esas muestras solían llegar en cajas de alta seguridad, marcadas con etiquetas fluorescentes que resaltaban el peligro de su contenido. Tal como llegaban, eran llevadas a un cuarto especial para manejo e identificación de patógenos de categoría 3 (CL3), o para algunas muestras de categoría 2, que pueden representar riesgo para el personal que las maneja. En China, el 2% de la población infectada estaba muriendo. COVID-19 es un nuevo virus y por lo tanto la única información disponible era lo que llegaba desde Wuhan. Lo único que se sabía a ciencia cierta, era que este nuevo virus estaba matando a la gente a causa de problemas respiratorios agudos. Se especulaba sobra una posible transmisión aérea. A este punto yo ya leía los reportes diarios publicados por la Organización Mundial de la Salud. ¿Cuál es mi principal preocupación? A nadie le gustaría ver a sus seres queridos afectados por una enfermedad. Aparte de mi propia salud, me preocupan mis padres y familia en Colombia, mi sobrino Sebastián quien con tan solo 4 años ha estado hospitalizado en múltiples ocasiones a causa de su débil sistema respiratorio, mis vecinos, hay tanta gente por quien estar preocupada… Uno de los miembros de mi equipo que cuenta con más experiencia, me dijo que yo no tenía nada de que preocuparme, pues las muestras que yo manejaba no eran para COVID-19. Sin embargo, el número de muestras para cuadro viral respiratorio, el cual incluye otros tipos de corona virus, había tenido un incremento del 100% de diciembre a enero y la cifra para las dos primeras semanas de febrero era aún mayor. Siendo un laboratorio privado, pronto comenzamos a sentir la presión por parte de nuestros clientes, en su mayoría médicos que atienden por medicina prepagada, quienes buscaban una solución confiable para que sus pacientes pudieran ser examinados. ¿Cómo hacer para incrementar nuestra capacidad de análisis? Mientras que el Servicio Nacional de Salud tiene dificultades para incrementar la cantidad de pruebas hechas a diario debido a la escasez de reactivos necesarios, en Alemania hay laboratorios que aún no llegan al tope de su capacidad y tienen disposición para recibir nuestras pruebas. De esta manera, muy pronto comenzamos a enviar muestras. Las muestras que se están enviando son hisopos para PCR, los cuales se considera, pueden ser manejados con un nivel de riesgo inferior a los lavados bronquiales o muestras de esputo tomadas en su mayoría de pacientes hospitalizados. Es así como hoy en día puedo fácilmente llegar a estar en contacto con muestras para COVID-19 mientras trabajo. Desde el departamento de Recepción de Muestras y pasando por Bioquímica, Microbiología y Virología, bajo el uso de elementos de protección personal, todos hemos sido testigos de la demanda exponencial de pruebas relacionadas con COVID-19. Con el objetivo de proteger el personal, el laboratorio ha implementado el distanciamiento social y ha cambiado nuestros turnos de trabajo. Pero al igual que cualquier otra persona calificada como trabajador clave, continuamos haciendo nuestro trabajo y no pararemos al menos que el virus nos agarre y la sintomatología se haga evidente. En mi grupo de trabajo somos aproximadamente 60 personas, de las cuales a 3 se les ha confirmado tener el virus, 3 más están esperando el resultado de sus pruebas y otros cuantos se han aislado por causas distintas. Como cualquier otra persona responsable, yo solo salgo para trabajar, hacer mis compras o hacer un poco de ejercicio, e inmediatamente regreso a casa. Esto no es fácil, es aburridor, pero al mismo tiempo, sé que cada día de encierro representa un día más cerca al día en que podré abrazar a mis seres queridos nuevamente. Para el domingo, 05.04.20, Sky News reportaba 47,806 casos confirmados en pacientes hospitalizados y casi de 5,000 muertes en el Reino Unido. Esos números representaban figuras inferiores a las reales pues como bien ellos mismos lo indicaban, no incluía datos de casos externos y por lo tanto personas como mis compañeros de trabajo y gente a quien se le había hecho la prueba por medio de servicios de salud privados, no estaban siendo considerados. A mediados de esta semana, el sistema de conteo fue ajustado para incluir casos externos al NHS. Para el Viernes Santo, se confirmo la muerte de otras 980 personas después de haber contraído COVID-19 y así sobrepasar los números reportados por Italia y España durante sus peores días. El número de personas contagiadas hoy supera los 74,000 y ha cobrado casi 9,000 vidas. Sin embargo, el confinamiento parece comienza a dar resultados y los indicadores de nuevos contagios comienzan a bajar. Hoy en día, los contagios se duplican cada 5 días, comparado con cada 3 días al principio de la semana. En este momento mi trabajo no está en riesgo, pero para muchos, el tener que pagar un arriendo o hipoteca y alimentar a sus familias, de repente se ha convertido en su principal motivo de preocupación. Entre tanta incertidumbre, ¡yo me he encontrado reflexionando y encontrando razones para mantener la esperanza! Aunque los encuentros personales no son posibles, la crisis ha despertado la unión de las personas. · Familias y amigos se están poniendo en contacto con aquellos para quienes era difícil encontrar el tiempo. · Padres e hijos se encuentran en la mesa diariamente para almorzar y comer. · Y aunque yo no haga parte del NHS, le agradezco a quienes cada jueves a las 8:00 p.m. salen a las calles a agradecer la labor de los trabajadores claves. ¡Cada aplauso me llega al corazón! · Los llamados de solidaridad no se han hecho esperar …voluntarios de todo tipo se han ofrecido para darle un buen uso a su tiempo libre y están enseñando, transportando medicinas y alimentos, hablando con quienes se encuentran solos, cocinando y mucho más. También hemos visto como nuestro planeta se ha recuperado de nuestras insostenibles prácticas y estilos de vida durante el tiempo que la gente ha estado confinada por la crisis. Según reporta Carbon Brief, China tuvo una reducción temporal del 25% de sus emisiones de CO2 durante su confinamiento a causa del Covid-19, en Nueva York los niveles de monóxido de carbono se redujeron en un 50% de lo que generalmente se reporta para el mes de marzo, los peces han regresado a los canales de Venecia y en Colombia, los delfines han regresado a la bahía de Cartagena. De acuerdo con la evidencia, parece ser que nuestro planeta está tomando un descanso mientras que los seres humanos nos encontramos confinados. ¿Realmente es necesaria una crisis de esta magnitud, con el elevado costo en vidas humanas que estamos viendo, la única forma que tenemos para entender que este planeta es nuestro único hogar, el único que nos da alimento, agua, aire fresco, todo lo realmente necesario y hasta más? Creo que ustedes estarán de acuerdo conmigo al decir que la Economía Circular tiene el potencial para balancear nuestras necesidades y las de nuestro planeta, sin el catastrófico costo en vidas humanas que estamos presenciando. Este es un tiempo para reflexionar y reevaluar lo que es importante, entender cómo vamos a actuar y las acciones que debemos poner en práctica para convertirnos en una mejor sociedad una vez esta pesadilla haya terminado. ¡Recibiremos una lección de todo esto! ¡Estoy segura de que la circularidad tiene ese poder!, ¡Nosotros tenemos ese poder! Sabemos que, así como el mundo necesita una fuerte estructura financiera, esta tiene que ser desarrollada de la mano de un fuerte soporte social, al mismo tiempo que protegemos nuestros recursos naturales y nuestro medio ambiente. Las soluciones ya existen, solo necesitamos expandirlas por todo el mundo a la misma velocidad con que el COVID-19 lo ha hecho. Mientras pasamos esta crisis, yo continuaré dando lo mejor de mi durante el análisis de muestras patológicas y espero que fuera de reducir la exaltación y el frenetismo característico de nuestras vidas, esta crisis no los afecte demasiado. ¡Este es mi mensaje de esperanza y solidaridad, estamos unidos y lo superaremos juntos! Un fuerte abrazo, Ana María. T: @AnaM_Jaramillo
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